lunes, 4 de octubre de 2010

NOTABLE REPERCUSION TUVO EL DESCARRILAMIENTO DE ARROYO BARU
Impresionante repercusión tuvo en todo el ámbito de noticias el descarrilamiento del coche de pasajeros en el km 328,9 el pasado sábado 2 de octubre. Sin dudas fue mucho mayor que si el viaje se hubiese realizado con normalidad. Es obvio que la desconfianza en un ramal con 33 años sin uso, y durmientes y rieles de 98 años, es alta; no obstante los dos primeros viajes, el 22 de agosto con una locomotora de 100 toneladas, y dos días después con el Materfer cuando llego el Gobernador.
Al estar tapados con tierra los durmientes, y con mucho pasto por la primavera actual, resulta imposible visualizar los problemas en las fijaciones de los rieles con los durmientes de quebracho.

Contribuyo al descarrilo en este caso puntual, que desde el km 328, 7 hasta el lugar de la salida del tren de la vía, hay unos 200 metros, donde la inclinación hacia la derecha en sentido sur-norte es notable. La inercia que las 70 toneladas del Materfer, provocan contra el sector derecho de los rieles y sus durmientes hicieron saltar las fijaciones ; un durmiente se quebró ante tanta fuerza lateral.
Es casi obvio que los viajes exploratorios, dejaron secuelas que no se percibieron hasta el sábado,. Cada pasada fue empujando al exterior el riel, aflojando los clavos, dejando al hierro acerado muy flexible y ensanchando los 144 centímetros de la trocha, hasta que se descalzaron las ruedas.
Como experiencia para quienes están el la tarea de reflotar este ramal, queda la enseñanza vivida en tiempo real de una situación de emergencia; de cómo prevenir y arreglar los defectos de la vía, y tal vez la más importante; haber visto el despliegue y los medios que se utilizaron para volver el tren a la vía, y el conocimiento de esas personas, logrado por la teoría y la practica realizada en varios descarrilamientos producidos.

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